martes, 14 de marzo de 2017

Recetas de "buen provecho"

ESPINACAS CON GARBANZOS

AL ESTILO SEVILLANO


Ingredientes para 4 personas:


150 grs. de garbanzos cocidos 
2 manojos de espinacas
1 cucharada de pimentón
3 dientes de ajos
Aceite de oliva
1 cucharadita de semillas de cilantro
2 rebanadas de pan
1 cucharadita de comino
Vinagre 
Sal
Pan para freir
Aceite de oliva para freir

Preparación:


Se cogen los garbanzos que se tienen guardados en el frigorífico que sobraron del cocido del almuerzo, para tenerlos preparados para añadir en su momento.
Se lavan las espinacas, cortarlas y cocerlas durante unos minutos y escurrir. Se pueden usar también congeladas.
En una sartén con un poco de aceite de oliva en el fondo, se fríen los ajos pelados y las rebanadas de pan. Se pasan al mortero y se machaca todo junto con el comino y las semillas de cilantro hasta formar una pasta. También se puede usar la batidora.
Con el aceite templado añadir el pimentón para refreírlo ligeramente sin que se queme.
Añadir las espinacas que tenemos cocidas y marear junto con el pimentón, agregar el majado, un chorreón de vinagre y la sal.
Refreír junto con los garbanzos cocidos sobrantes del almuerzo a fuego lento durante unos 10 minutos. Si están muy secas se le puede añadir un poco de agua.
Servir acompañadas de unas rebanadas de pan frito.

Su Historia:


Las espinacas con garbanzos es un plato típico sevillano, aunque de origen incierto.
Las primeras noticias sobre su existencia, procede de antiguos recetarios andalusíes que han llegado hasta nuestros días. La combinación de verduras, legumbres y pan lo caracterizan como plato nutritivo y barato. Este plato muy típico en cuaresma, aunque se puede degustar en cualquier bar durante todo el año, es una de las más famosas tapas sevillanas, es un plato tradicional que nunca debería de perderse, tiene un gusto estupendo y además, es muy nutritivo. 
Narraban las crónicas medievales que cuando los cristianos del norte llegaron a Al-Andalus no soportaban el olor a aceite, ajos y especias que destilaba la cocina andalusí, mixtura cultural judía y árabe.
La cocina especiada era fundamental en un clima con temperaturas altas que hacía difícil la conservación de las carnes, pescados y hasta de las verduras; de ahí que una parte de nuestras recetas tradicionales, vayan tan condimentadas. Bien pronto, los cristianos del sur, descendientes de aquellos conquistadores, se aficionaron a esos sabores fuertes y que hoy son imprescindibles en nuestras despensas. 

Fuentes: 


Receta: La Alacena de la Abuela Carmen. Foto e Historia: Sevilla, Eterna Primavera. El Blog de Panagarvill.

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